DPA .– El nuevo presidente de Paraguay, Federico Franco, aseguró hoy que en su país “no hubo un golpe de Estado, sino un cambio de guardia normal, constitucional y según las leyes”, ante las críticas de los países de la región que condenaron la destitución de Fernando Lugo y desconocen su gobierno.
“Vamos a hacer todo lo posible para que el concierto de las naciones,
y en particular los países de la zona y del Mercosur puedan entender
que en el Paraguay no hubo golpe, no hubo bloqueo, sino que solamente
hubo un cambio de guardia amparado en la Constitución y las leyes”,
declaró Franco en una entrevista con radio Mitre de Buenos Aires.
Varios Gobiernos de la región, entre ellos los de Argentina, Ecuador y
Venezuela, no reconocieron al nuevo gobierno de Franco, quien asumió el
viernes tras la destitución del presidente Fernando Lugo a través de un
veloz juicio político en el Congreso.
Los países del Mercosur -bloque integrado por Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay- retiraron en tanto sus embajadores designados en
Asunción.
“Voy a hacer lo posible para conversar y explicar a la presidenta
(argentina) Cristina Fernández nuestro compromiso irrenunciable. Aquí se hizo todo dentro del ámbito del respeto de la Constitución y las leyes, aquí prima el estado de derecho, hay libertad absoluta”, remarcó Franco.
El reemplazante de Lugo remarcó que “un golpe se hace con una asonada militar, con revolución, y acá no hubo un solo contuso, acá hubo una destitución de un presidente dentro de lo que establece la Constitución”.
Franco admitió no obstante que el juicio político contra el ex obispo
católico “se ha hecho de una forma muy rápida, muy sumaria”, pero “por
lo demás se respetaron todos los elementos para un juicio”.
Aseguró en tanto que está “buscando al presidente Lugo para hablar
con él y tratar que el mismo presidente Lugo pueda coadyuvar”.
“Pedirle (a Lugo) que nos ayude a rever esta situación y explicar a
los países vecinos cuál es la situación del Paraguay, se puede castigar a
una persona, pero no es justo castigar a 6,2 millones y al país más
pobre de la región”, señaló en tanto en una entrevista que publica hoy
el diario “Clarín”.
“Las declaraciones del presidente Lugo fueron muy sensatas en aceptar
el juicio, en reconocer los resultados y pedir y reclamar al pueblo un
desarme espiritual para que se queden en las casas”, agregó al matutino.
“Para mí lo más importante es tranquilizar al pueblo paraguayo. Acá hay un pueblo y un país que necesita salir adelante y lo que definitivamente no queremos es que siga existiendo muertes,
no es justo que se siga regando con sangre el campo de nuestro país por
desavenencias o por cuestiones que se pueden evitar en comunidades
civilizadas a través del diálogo”, expresó.
Franco consideró que los errores más graves del gobierno de Lugo
fueron “en primer lugar la matanza de Curuguaty, que fue el detonante”.
“Luego, la nominación de un ministro de un signo político contrario al Gobierno, sumado a la nominación como comandante de la policía al jefe de Operación de dicha masacre, y algunas otras desprolijidades que motivó a una presión ciudadana que el Congreso reflejó en el juicio político”, sostuvo.
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